Kingdom of the wicked.
Emilia and her twin sister Vittoria are streghe - witches who live secretly among humans, avoiding notice and persecution. One night, Vittoria misses dinner service at the family's renowned Sicilian restaurant. Emilia soon finds the body of her beloved twin...desecrated beyond belief. Devastated, Emilia sets out to find her sister's killer and to seek vengeance at any cost—even if it means using dark magic that's been long forbidden.
Then Emilia meets Wrath, one of the Wicked—princes of Hell she has been warned against in tales since she was a child. Wrath claims to be on Emilia's side, tasked by his master with solving the series of women's murders on the island. But when it comes to the Wicked, nothing is as it seems...
Uno de los libros que con más ansias he esperado: la portada, la sinopsis, la fama que antecede a su autora... solo puedo admitir que me sedujo al punto de estar dispuesta a negociar mi alma solo por un vistazo a sus páginas.
Un inicio prometedor, divertido, intrigante; aunque en esas primeras páginas, Emilia no era precisamente mi hermana favorita. Vittoria se robó el show, irreverente, libre, tan ocupada persiguiendo sueños... o pesadillas, si soy honesta.
La cocina de Sea and Wine me parecía tan mágica como sus propietarias, desbordada de recetas y amor familiar... (Italia, amo su esencia). Antonio con sus miradas robadas y su sagrado deber; ¡ah! ¡el Monasterio! Tengo que admitirlo, ese lugar me da escalofríos.
Luego se desata el infierno, en un sentido muy literal... y la tensión asciende a picos estratosféricos, o eso esperaba yo. Llegando a las dos quintas partes del libro todo se sentía muy Caraval (sí, estoy utilizando un libro como adjetivo): la hermana leal, las aventuras que solo ocurren en las noches, la detallada descripción de los vestidos, el chico peligroso con el que tienes que colaborar para resolver el misterio y el segundo personaje frecuentemente mencionado, y aún más poderoso, al que este está asociado...
No me malinterpreten, me encantó Caraval, pero no era esto lo que esperaba. Yo soñaba una intrincada trama cuidadosamente tejida con magia negra, no un sinfin de coloridos nudos aleatoriamente dispuestos. Lo confieso, aquello resquebrajaba el hechizo.
Otros factores también influyeron: hubo actitudes que nunca vi justificadas... y esto incluye desde la abuela hasta Wrath. La primera, porque no puedes cargar secretos tan pesados sobre los hombros de tus nietas, tener una vida entera para prepararlas y sin embargo dejarlas ignorantes e indefensas ante el peligro. ¿Qué estabas esperando, que muriese alguien? ¡Oh, espera! Eso sí ocurrrió. Varias veces. Incluso cuando una de las hermanas es brutalmente asesinada ¿ni siquiera así se te ocurre revelarle toda la verdad a la única nieta que te queda? Y lo mismo va para los padres, los pobres es que no se enteran de nada.
Emilia también tuvo sus momentos, no solo atrae problemas, sino que sale a buscarlos. Sigue las advertencias al pie de la letra, pero tomándolas por consejos.
The Prince of Wrath... bueno, a él al menos le concedo la misericordia de la duda... solo espero que todos los espacios en blanco en su comportamiento sean debidamente abordados próximamente. Para ser un príncipe infernal, por momentos el título se le hizo demasiado grande... cuando tu subordinado te traiciona y no solo vende información, sino que abiertamente te desafía: perder los estribos cuando debes interrogarlo no es la mejor estrategia, y perdonarlo indemne cuando fallas, no fue precisamente muy demoniaco. Tampoco las escenas de lucha del príncipe guerrero fueron particularmente espectaculares.
Muchos capítulos se sintieron como relleno... no había mucho que justificara su existencia aparte de servir de antecendente a próximas entregas. Aunque, lo que más me decepcionó fue, una vez más, saber quién era el asesino desde el primer momento en que aparece. Si bien me reconfortaba que la trama fuese más grande que eso: siempre quedaban secretos y villanos que desenmascarar.
Una vez dejadas de lado todas mis expectativas insatisfechas, no puedo negar que hay escenas deliciosamente mortificantes... llenas de gore y moral gris. Que el romance fue tierno y violento a la vez, y que me gustó tanto como las mil teorías que tracé en mi cabeza señalando culpables y dobles intenciones.
O que la intriga creció fuerte hasta obligarme a leerme la segunda mitad del libro, completa en una noche. Porque la magia se hace adictiva y mi alma ardía por respuestas.
Mi cabeza no paraba de dar vueltas sobre Wrath e incluso ahora, me sigo aferrando a especulaciones que no podré comprobar en un largo tiempo.
Emilia nunca se ganó mi corazón, tampoco su abuela... pero the Kingdom of the wicked es tortuosamente tentador y voluntariamente le entrego mi sangre, mi alma, mi corazón y mi vida a uno de sus príncipes si así obtengo antes el siguiente libro.
Kerri Maniscalco lo hace otra vez: nuevo vicio desbloqueado.
Y sí, sonreí orgullosa cuando leí a Stephanie Garber entre los agradecimientos. Sabes que amas a un autor cuando reconoces su huella incluso sin leerlo.
Rating: ☆☆☆☆
Tengo muchas ganas de leer a esta autora, aunque creo que empezaré por el de Jack el Destripador. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
¡Qué feliz me haces!
EliminarY sí, Stalking Jack the ripper es sin duda un must read. Me gustó mucho, también fue mi primera vez con la autora.
Y no dudes que me pasaré por tu blog.